Luís Bailén (Cherevita) personaje popular de Paterna, poseía un local de suministro de materiales para obras en el barrio de Alborxí, era dueño de varios camiones para las obras y para el reparto al pormenor utilizaba un pequeño carro tirado por una burreta. El equino se hizo muy popular por su inteligencia y memoria, pues tras el reparto de materiales, volvia sola al bajo-almacén donde tenía el pesebre.
Cherevita y un grupo de amigos, eran dados a apuestas y juergas donde la burreta era una más. En las fiestas de Paterna, el burro acompañaba a los amigos y peñistas por el pueblo.
El día 19 de agosto de 1957 (Fiestas de Paterna), se produjo una pesada broma que tendría por protagonista a la burreta y que me relataron varios de sus participantes, entre ellos Francisco Cantero.Cherevita y un grupo de amigos, eran dados a apuestas y juergas donde la burreta era una más. En las fiestas de Paterna, el burro acompañaba a los amigos y peñistas por el pueblo.
Unos días antes de este suceso la burreta y el grupo de amigos-peñistas;por una apuesta, habían subido al Casino de la Plaza a la burreta hasta la barra pidiendo un carajillo para el animal, ante el asombro de los allí presentes. El día 19, había prevista una berbena con orquesta al lado del almacén de Cherevita, y los peñistas, esa tarde idearon un plan para divertirse: Convertirían a la burreta en un toro embolado; y esa tarde construyeron un cabestral semejante al del toro embolado. A las 23 horas daba comienzo la berbena con asistencia de autoridades, civiles, clavarios, etc. y sobre un entablado la orquesta. La calle estaba cerrada con unos cañizos y solo se podía acceder con tiket. A la media hora de comenzar la berbena, salió la burreta del bajo de Cherevita y se prendió fuego a las antorchas; la burrita se encaramó como un cohete hacia la Berbena, mientras apartaban el cañizo y los peñistas gritaban !!Que viene el toro embolado!!. El estupor y desconcierto se adueñó de los presentes, entre carreras, caidas, gritos, pisotones y desbandada de la orquesta. los autores fueron detenidos y llevados al cuartel de la Guardia Civil, donde relataron lo sucedido al comandante de puesto y sus ayudantes, que ante tan rocambolesco episodio, no pudieron contener la risa y dejaron en libertad a los detenidos, bajo promesa de dejar en paz a la susodicha Burreta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario